Pues sí, he tenido que coger los pañuelos para ver el final de Glee. Porque aunque la serie ya no es lo que era, esta breve última temporada se acercó un poco a sus orígenes. Porque me ha hecho reír, cantar y bailar. Y porque, ahora sí que sí, tengo esa sensación de despedirme para siempre de Cory Monteith.
Los inicios.
Y Glee nos devuelve al 2009, a cuando los miembros originales de New Directions hicieron las audiciones y arrancó el Glee Club, y nos trae alguna sorpresa. Una de las mejores, la vuelta de Terri, la mezquina ex mujer de Will Schuester, quien representó a la perfección el espíritu absurdo y divertido de la 1ª temporada. Y también vemos cómo se conocieron nuestros alumnos, el verdadero motivo por el que Rachel obtuvo su 1º solo (Will considera más débil a Rachel que a Mercedes), qué evitó que Will abandonara el barco, y el motín incial contra Finn Hudson por sentirse intimidados por él, que no se lleva a cabo por la intervención de Rachel.
Pero las 2 mejores sorpresas para mi es ver cómo están a punto de conocerse por primera vez Kurt y Blaine, y el asistir, de nuevo, y con lágrimas en los ojos, al primer número de los New Directions: Don’t Stop Believing.
El presente.
Como no podía ser de otro modo, los New Direction ganan de nuevo los Nacionales. Y eso hace que el intendente Harris abra los ojos: las artes son necesarias en el sistema educativo y además supone una mejora en las notas de los alumnos. Y por eso mismo, y como era previsible por cómo había transcurrido la temporada, Will Schuester es nombrado director del McKinley.
En la apertura del nuevo curso escolar, vemos a Will en una abarrotada sala del Glee club, anunciando los diferentes clubs que se van a hacer, y que él no dirigirá ninguno. Más tarde nos enteramos que será Sam quien lo sustituya en la dirección de los New Directions. Mercedes también se despide con una gran noticia: será la telonera de la futura gira de Beyoncé, por lo que se mantendrá alejada de sus amigos por un tiempo. Kurt y Blaine le dan las gracias a Sue por haberlos unido de nuevo, y Sue se reconcilia primero con Becky y luego con Will, con un gran tema.
El futuro.
¿Qué os parecería que Sue fuera la vicepresidenta de los EEUU por 2 legislaturas seguidas? ¿Y que Blaine y Kurt triunfen en Broadway? ¿Y que Rachel se haya prestado a ser el vientre de alquiler para que Klaine puedan ser papás? ¿Y que Berry opte al Tony, lo gane, y esté casada con Jesse St.James (doy gracias que sea con él y no con Sam)? ¿Y que Tina y Artie estén juntos, y toda la pandilla reunida, incluidos Will, Emma y la vicepresidenta, vean el discurso emocionado de Rachel?
Pues todo esto les depara el futuro. Y como despedida, todos asisten a la ceremonia del cambio de nombre del auditorio a cargo de la vicepresidenta: Auditorio Finn Hudson.
Despido Glee para siempre con la interpretación de Rachel Berry de la canción escrita por Darren Criss, This Time.