Bueno, pues por fin los nuevos han tenido la oportunidad que venía reclamando para ellos desde hacía unos cuantos episodios. Todos han tenido su momentito de gloria e incluso han aparecido dos fichajes nuevos. Glee entra en su recta final.
El Glee Club existe.
Lo malo de que no se hayan ido los personajes de siempre a pesar de haberse graduado es que les quita protagonismo a los personajes nuevos. La temporada pasada vimos cómo se quedaron en mero relleno. Y esta, tras un principio prometedor, vimos también cómo se diluían. Pero hoy han tenido su momento, y la verdad es que ha sido entretenido, a pesar de seguir empeñándose en la idea de emparejarlos a todos (Spencer y Alistair y Mason y Jane). Lo principal es que hoy los hemos visto, tras unas discusiones iniciales, como una piña. Y así es como se ganan los Nacionales.
2 nuevos fichajes.
Hoy nos han presentado 2 nuevos personajes que se quedarán hasta final de serie. Uno de ellos es Alistair, quien rápidamente se ha convertido en el novio de Spencer. Hasta aquí normal. Pero Glee vuelve a sus andadas surrealistas con la incorporación de Myron, el sobrino del superintendente Harris, que, con solo 13 años y tras organizarle una divertida fiesta de Mitzvah, se matricula en el McKinley y pasa a engrosar las filas de los New Directions (y a babear persiguiendo a Kitty). Ya son 8.
La guerra se aviva.
Tras no mostrarnos (injustamente) la reacción de Sue ante el regreso de Will al McKinley, los vemos trabajar codo con codo para preparar la ceremonia-espectáculo de Myron. Pero el desespero de Sue ante su nula gracia bailando nos lleva a un enfrentamiento memorable entre Will y Sue. La brecha se ha vuelto a abrir, y vemos una Sue más enfurecida que nunca que promete en su almacén del dolor acabar con los integrantes del Glee Club para siempre. Mucho tendrá que apurar.
De todo lo visto, me quedo con la interpretación/declaración de principios de Mason en soliario y con la de Upton Funk. Queen y Bruno Mars es lo que tienen.
Sólo quedan 3 episodios para despedir a Glee. Espero un buen final para la serie.